El oído no sólo sirve para escuchar, también tiene el papel de estimular y dinamizar al cerebro o proporcionarle energía y determinar nuestro equilibrio. El Método Tomatis se lleva a cabo a través de  sesiones de escucha, utilizando aparatos especialmente diseñados para estimular al cerebro y ayudarlo a analizar mejor el mensaje sensorial, en otras palabras para ayudarlo a prepararse para escuchar.

Oír es una función del oído que se considera la recepción pasiva del sonido, mientras que escuchar es el procesamiento mental que implica el procesamiento mental de lo que se oye. Es por eso que una persona puede presentar problemas para escuchar y seguir instrucciones aunque oiga perfectamente.

 

El oído juega un papel único y fundamental en nuestra vida al día a día. Si la información sensorial transmitida por el oído es mal interpretada por el cerebro, podemos tener problemas para comunicarnos con los demás, para comprender conceptos y aprender y recordar cosas nuevas. 

 

Una escucha disfuncional puede ser el resultado de un embarazo o parto difícil, de constantes resfriados y enfermedades de la primera infancia, accidentes, vivir cerca de lugares ruidosos, un trauma emocional y muchas otras experiencias que alteran la forma en que una persona procesa lo que escucha.